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A - MAR UNA LITURGIA ENTRE TEJIDOS POR JUAN PABLO SOCARRÁS.


Entre latas, plástico reciclado, tejidos y artesanías conceptuales, se lanzó el segundo capítulo de "HISTORÍAS HECHAS A MANO".


Carrusel de cierre.


El emplazamiento del desfile inaugural de Colombiamoda 2022 el Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín surtió un gran efecto de mediación para comprender el alcance y sobre todo el impacto de la colección A - Mar del diseñador latinoamericano Juan Pablo Socarrás. Lo que hoy funge como un centro cultural, la memoria de su infraestructura nos confronta con un templo religioso, y es así como el suceso del desfile se convirtió en una gran liturgia que nos invita a comprender el alcance de la concurrencia de experiencias, técnicas e historias hechas a mano donde lo que empezó como un proyecto piloto con la colección de Magdalena durante el cierre de la feria en su edición 2021; se asienta aún más para generar una conmoción estética y ética que trasciende a los bellos y sofisticados cuerpos vestidos que erigieron un evangelio propio que será consultado dentro de la historia reciente del diseño de autor en la región.


Las vidrieras o vitrales del templo sin saberlo configuraron un indicio frente a lo que posteriormente se manifestó como un despliegue cromático que fue capaz de representar la magnitud del horizonte cuando finalmente Magdalena encontró la salida al mar y con ello esos tonos dorados, blancos, mostaza, grises, menta, magenta, azules, rosas y rojos de repente comulgaron armónicamente con la grandeza de aquellos ventanales; tal como bien sucede con la inmensidad y singularidad que jamás se formula de manera exacta cuando se esta frente al mar.


Modelo Nazarit Machin abriendo el desfile.




En cuanto al evangelio de la velada un buen número de parábolas responden a la presencia de un despliegue significativo de piezas que elevan la búsqueda estética del supra - reciclaje a una serie de creaciones cuya vocación para convertirse en nuevos objetos compañeros dentro de nuestros armarios; resulta emocionante, provocador y además son testimonios vitales de una serie de técnicas e intercambios entretejidos entre tres naciones: Guatemala, México y Colombia. También lo enunció como evangelio en tanto que es un proceso de diálogo e intercambio para entender cómo se extiende la vida útil de una serie de residuos que bajo la tutela y sensibilidad de Juan Pablo Socarrás, adquieren una entidad diferente en todo el proceso de transformación del pensamiento que supone el tránsito hacía la sostenibilidad y todos los esfuerzos que hay detrás y se exigen sobre todo para una industria como la moda.


El diseñador posa con artesanas en Guatemala.


Por lo tanto, ese impacto emotivo con la singularidad de las piezas al igual que puede llegar a suceder al escuchar un evangelio, lanza pistas, certezas y cómo no, deja cláusulas y preguntas abiertas que también son muy necesarias en una industria que no le ha resultado para nada cómodo revisar sus prácticas e impactos en miras de ser más trasparente y realista en un entorno aún más incierto, volátil y complejo que nos interpela también desde el fondo de nuestros armarios.


Así mismo, la velada también fue cómplice de un proceso de maduración de Juan Pablo Socarrás y su impronta sartorial donde la construcción de los trajes, vestidos, bermudas, chalecos y chaquetas renuevan su vocación de deseo en una época en la que muchos códigos de vestuario han entrado en un periodo importante de reflexión; pero finalmente el deseo seguirá llevando a anhelar una pieza del diseñador o para aquellos que ya cuentan con su complicidad, renovaran sus votos bajo su mirada y tutela. En cuanto a los elementos que acompañan la liturgia y sus respectivos ritos aparecen los objetos que hacen las veces de talismán y son un recordatorio de aquella espiritualidad que se práctica o profesa; de modo que en A - mar se pueden identificar las “fichas técnicas“ de las (los) responsables de llevar a buen fin cada una de las creaciones y que en Magdalena fueron unas grandes nodrizas (aquí su tamaño fue más discreto), y con piezas de joyería como las abejas, ciertas hojas y otros broches son elementos capaces de recordar y evocar el universo estético del diseñador.









Finalmente, el despliegue sensible dispuesto en A - mar y todas las experiencias vitales y técnicas que van a seguir permitiendo formular la realidad de un taller extendido que busca en definitiva dar visibilidad a los invisibles; permite advertir que esta aventura común que enuncia Juan Pablo Socarrás seguirá encontrando nuevos cauces de entendimiento al igual que el río cuando busca el mar, y que en este caso también supone el despliegue de nuevas relaciones afectivas no sólo por las personas que hacen posible estas creaciones, sino por cómo estos artefactos culturales van a seguir transformando todos aquellos cuerpos que se vistan con todas estas historias hechas a mano.






Adenda: El tejido humano y creativo de historias hechas va a contar con más acciones de naturaleza pública en Guatemala y en México. Así que les recomendamos que no le pierdan la pista a este tejido humano que seguirá conquistando hitos no sólo desde ese momento de verse cautivado por la moda, sino también seguirá comprometiéndose como agente de cambio para seguir apostando por la preservación de la existencia humana de forma más compasiva, reflexiva y cómo no bella.








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